Operación Bikini: cómo hacerla de manera saludable

Se acerca el verano y con él las ganas de vernos bien, en buena forma física y más seguros de nosotros mismos que nunca. Si eres de esas personas que cuando asoma el sol de mayo comienzas a preocuparte por tu peso… ¡Cuidado! No te dejes llevar por la cantidad de información que nos aborda día a día en las redes sociales y en el inmenso mundo de internet, sin antes tener claro algunos conceptos básicos sobre cómo llevar a cabo una dieta de adelgazamiento sin poner en riesgo tu salud.

 

Si estás cansado/a de leer información contradictoria, si ya no sabes si las grasas son buenas o tienes que evitarlas, si debes aumentar o no el consumo de proteínas para adelgazar… mantén la calma: es normal que estés hecho un lío. Y, por supuesto, no es tu culpa.

 

Hoy en día estamos rodeados de una cantidad inabarcable de información y contamos con muy poco tiempo en nuestro día a día para seleccionarla y entenderla de la manera adecuada. Sólo necesitas cinco minutos para leer este post y comprender algunos tips básicos para ser capaz de bajar de peso sin dañar tu cuerpo.

 

¿Qué debe alertarnos cuando deambulamos por internet buscando recomendaciones nutricionales para adelgazar?

1.- Las prisas.

 ¿A quién no le encantaría perder kilos haciendo el mínimo esfuerzo posible, en poco más de una semana y de manera respetuosa con nuestro cuerpo?

Desde luego suena bien, pero no es tan sencillo. Cada cuerpo es único y tiene unos tiempos que debemos respetar. Aléjate de aquellas dietas que prometen perder mucho peso en pocos días.

Cuánto más rápida sea la pérdida de peso, más riesgo existirá de recuperar lo perdido debido al conocido “efecto rebote”. Y es que cuando se sigue una dieta restrictiva, con unas limitaciones muy elevadas en las cantidades o en los grupos de alimentos permitidos, siempre se acabará volviendo a la que era nuestra dieta habitual, pues es muy complicado mantener en el tiempo un tipo de alimentación con la que pasamos hambre, nos encontramos cansados o no se nos permite comer aquello que nos apetece.

Si llevamos una dieta de adelgazamiento saludable conseguiremos bajar de peso más lentamente, pero los resultados serán más prolongados en el tiempo, siendo mucho más sencillo mantener nuestro peso deseado sin recuperar los kilos perdidos.

2.- Supresión de ingestas o grupos de alimentos.

Hay que tener claro que suprimir alimentos o incluso macronutrientes (grasas, proteínas o hidratos de carbono) no es saludable. Evita las dietas que incluyen la frase “No comas ___”.

Nuestro cuerpo necesita unas cantidades diarias de cada uno de estos macronutrientes para poder llevar a cabo los procesos fisiológicos que nos permiten obtener energía y desempeñar nuestras tareas diarias sin esfuerzo físico o mental. Si aumentamos o disminuimos el aporte de alguno de ellos de forma drástica y exagerada, estaremos condicionando nuestro metabolismo y generando estrés en nuestro organismo, algo que no nos favorecerá si queremos lograr una pérdida de peso saludable.

Además, si existe una elevada supresión de alimentos no será una dieta que nos permita mantener una adherencia a largo plazo, puesto que nos cansaremos de no poder comer ciertos alimentos que nos apetecen de vez en cuando.

3.- Menús semanales generalizados

No existe una dieta unitaria para todo el mundo. Cada persona tiene unas características fisiológicas determinadas y por ello necesitará una dieta individualizada que se ajuste a sus necesidades energéticas. Puede que una persona consiga unos resultados extraordinarios con un menú determinado y que con las mismas pautas alimenticias tú no consigas bajar de peso o incluso ganes unos kilos. 

¡Cada cuerpo es único!

4.- Dietas líquidas o con productos sustitutivos

Evita las dietas que se basan en alimentos que no son naturales. El proceso de masticación es importante para la sensación de saciedad. Además, este tipo de alimentos no son saludables para nuestra microbiota, ya que ésta necesita alimentos sólidos, variados y naturales para poder obtener los nutrientes necesarios y que podamos gozar de una buena salud intestinal.

Por otro lado, es muy difícil mantener en el tiempo una dieta basada en alimentos artificiales, además de generar el ya mencionado efecto rebote, favoreciendo un aumento de peso una vez comencemos a consumir comida normal.

¿Qué debemos tener en cuenta cuando pretendamos bajar de peso?

Consejos que ya conoces:

  • Desayunar es muy importante. Realizar un desayuno saludable (compuesto por lácteos, fruta y cereales integrales) nos ayudará a que el resto de ingestas a lo largo del día sean más adecuadas en cantidad y calidad. Es algo fundamental para mantener un peso adecuado.
  • Realizar ejercicio físico, al menos 30 minutos al día de actividad física siempre acorde a las capacidades individuales de cada uno.
  • Evitar alimentos procesados y ultraprocesados: cuanto más fresco más saludable. Normalmente, cuántos menos ingredientes tenga en su etiquetado más beneficioso será para nuestro organismo.
  • Beber al menos un litro y medio de agua al día. Y recuerda, el té o las infusiones no son agua.

Algunos consejos a los que a veces no se les da tanta importancia:

  • Descansar y dormir lo necesario: el apetito está condicionado por las hormonas, y el ciclo hormonal sigue los ritmos circadianos del sueño. A veces, dormir poco reduce las concentraciones de la leptina (hormona implicada en la saciedad y el apetito) generando más hambre durante el día.
  • No saltarse comidas: además de mantener un metabolismo sano y activo, se conseguirá llegar a las comidas principales con menos hambre, evitando ingestas calóricas abundantes. No es necesario obsesionarse con realizar cinco comidas diarias, puesto que muchas veces nuestro ritmo de vida no nos lo permite. Es preferible no realizar almuerzo y merienda a realizarlo con alimentos de mala calidad.
  • Incluir en la dieta todo tipo de alimentos: todos los macronutrientes son importantes. No limites el consumo de grasas o hidratos de carbono, ni aumentes el consumo de proteínas en ninguna de las ingestas diarias. Es más importante la calidad que la cantidad. Deja a un lado las grasas saturadas provenientes de alimentos ultraprocesados o productos cárnicos (embutidos, carne roja…) y aumenta el consumo de grasas insaturadas presentes en alimentos como el aguacate, los frutos secos y el pescado. Lo mismo sucede con los hidratos de carbono. No hagas caso al falso mito de no cenar hidratos. Cenar hidratos es saludable siempre y cuanto selecciones aquellos hidratos de carbono que provienen de alimentos como verduras, legumbres y cereales integrales.
  • Haz lista de la compra previamente y cíñete a ella cuando vayas al supermercado. Además, acude al supermercado sin hambre y evitarás caer en la tentación de comprar alimentos hipercalóricos, azucarados o de baja densidad nutricional.
  • Y por último y no por ello menos importante, solicita la ayuda de un profesional en el ámbito de la nutrición para poder asesorarte en la confección de tu menú semanal, elaborándolo de manera individualizada y teniendo en cuenta tus necesidades.

Hoy agradecemos a Carlota López Presa este post sobre la operación bikini, y esperamos que dejéis los comentarios o dudas para que os podamos ayudar.

14 respuestas a «Operación Bikini: cómo hacerla de manera saludable»

  1. Genial, el post ! Me ha gustado muchisimo. . Con mucho sentido común. Ánimo a todo el mundo y….. A por la operación bikini 👙👙!! 😜😜🤪🤪

  2. Me ha encantado este Post de Carlota López Presa.
    Muy claro, muy veraz y muy sencillo de entender cómo es una alimentación sana. Y sólo en cinco minutos puedes captar el fundamento ,no solo para operación bikini…sino para todo el año y toda la vida.
    Muchas gracias Carlota por estas recomendaciones, las tendré presentes todos los días.

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